viernes, 25 de octubre de 2013

Su Gran Historia



infancia:

Héctor Juan Pérez Martínez (uno de ocho hijos), nació en el seno de una familia humilde en Ponce (Puerto Rico). Era hijo de Francisca Martínez (Panchita) y de Luis Pérez (Lucho). A los tres años de edad perdió a su madre, lo cual sería el primero de muchos golpes en la vida del cantante. Su padre, quien tocaba la guitarra con tríos y orquestas locales dio instrucción musical a su hijo, y lo matriculó en la Escuela de música Héctor Juan Morel Campos; tenía el sueño de ver a Héctor convertido en un gran saxofonista. Aunque Lavoe aprendió los fundamentos de música, pronto perdió interés en el instrumento. Sentía que lo suyo era cantar.
Cuando era joven, Héctor pasó gran parte de su tiempo escuchando música jíbara y popular. Sus cantantes favoritos eran Chuito El de Bayamón, Odilio González y Daniel Santos, cuyas voces y estilos imitó. Otros cantantes que influyeron enormemente en Héctor fueron: Cheo Feliciano, Ismael Rivera, y la clara voz de Ismael Quintana.
A la edad de 14 años, era el cantante en una banda en Puerto Rico. Le pagaban dieciocho dólares por noche, lo que en 1960 era un buen sueldo para un joven.5
Héctor soñaba con cantar en Nueva York y hacer fama y fortuna. Su padre estaba totalmente en contra de la idea, porque el hermano mayor de Héctor había emigrado hacia allá y murió en un accidente. Contra los deseos de su padre, Héctor llegó a Nueva York el 3 de mayo de 1963 a la edad de 17 años. Se mudó con su hermana mayor Priscilla. Su primera impresión de la ciudad, la cual consideraba como un lugar espléndido en la Tierra, fue decepcionante, al ver en la parte latina los edificios descuidados y las calles llenas de basura.
Sus primeros trabajos después de su llegada fueron como pintor, maletero, mensajero y conserje. Su amigo de la infancia, Roberto García, que vivía en Nueva York, lo invitó a asistir a un ensayo de un sexteto que se estaba formando. El vocalista cantaba «Tus ojos» y no estaba haciendo un buen trabajo, así que Héctor le sugirió que lo intentara de otra manera. Héctor cantó la melodía para que el cantante pudiera hacer los ajustes necesarios y la banda lo asimiló inmediatamente como su cantante principal.5
Más tarde se conectó con Russell Cohen, director de la New Yorker Band con la cual en 1965 grabó su primer sencillo de 45 rpm: «Está de bala». Comenzó a tocar con bandas como la de Francisco Bastar Kako y sus All Stars, a través del cual conoció a su padrino artístico Johnny Pacheco, que inmediatamente reconoció su talento artístico y, poco después se lo recomienda a Willie Colón para la grabación de su primer disco El malo (1967). 


                                                                                                      

Cantante orqst willie colon

Entre 1967 y 1973, Lavoe se convirtió en el cantante de la Orquesta de Willie Colón, con quien grabó un total de nueve disco
Willie Colón era un músico joven que estaba tocando jazz latino y boogaloo. En 1967 tenía listo su primer álbum para Fania Records y a Johnny Pacheco no le gustó el cantante de esa orquesta y propuso a Héctor Lavoe para que lo sustituyera. Para aquel entonces Colón era considerado un joven músico de propuestas interesantes pero con mal sonido. Pacheco ya estaba al tanto de la voz de Héctor, su enunciación impecable y sus habilidades estilísticas.
En un principio Lavoe no estaba interesado en grabar con Colón, ya que consideraba que esa agrupación tenía muchas fallas y alimentaba la esperanza de ser llamado por alguna de las orquestas más importantes del momento. Considerando que su pasantía por esa orquesta sería corta, se negó a participar en las portadas de los dos primeros álbumes.6
En el verano de 1967 salió al mercado su primer trabajo discográfico llamado El malo y en 1968 se edita The Hustler el segundo álbum de Lavoe. Para aquel entonces, Lavoe es el vínculo de la orquesta de Colón con lo caribeño y poseía una voz melodiosa de tenor pero áspera y con timbre nasal. Lavoe no cantaba en ingles por lo que Willie Colón decidió aprovechar el potencial que brindaba el cantante para decantarse definitivamente hacia la música latina afroantillana.7
Al año siguiente (1968) se edita Guisando, el primer disco donde Lavoe comparte créditos con Colón y aparece en la portada. Guisando es el primer disco de salsa de la pareja donde los ritmos se acercan a la guaracha, el son, la guajira y el guaguancó con fusiones atrevidas e ingeniosas proponiendo un estilo agresivo e irreverente de hacer música. Destacan los temas «Guisando», «No me den candela» y «Te están buscando», con letras que abordan con humor historias de carteristas o ladrones que son perseguidos por la policía y temas universales como la envidia, la maldad, el chisme y la santería donde se siente los anhelos de felicidad de la diáspora boricua discriminada en la ciudad de New York.

solista:

A mediados de los años setenta el sello Fania decidió dar apoyo a sus cantantes de mayor éxito dotándolos de orquestas propias. Para el lanzamiento de Héctor Lavoe se preparó una banda donde a la línea de trombones se agregaron dos trompetas. La sección rítmica era idéntica a la empleada con Willie Colón y en el piano estuvo Mark Dimond, un viejo conocido que los había acompañado en sus primeros álbumes. Los arreglos estuvieron a cargo de José Febles y el propio Colón quien continuaba en los coros junto a Rubén Blades. Con esta agrupación Lavoe inició su carrera como solista, donde lanzando el álbum titulado La Voz (1975), en cuya portada aparece una foto del cantante que es clásica.
En este álbum también tuvieron gran repercusión los temas: «Bandolera», una equilibrada mezcla entre la experiencia vocal de Lavoe y un arreglo orquestal con solo de piano que personifica la vieja escuela de la salsa, y «Sóngoro cosongo», un son montuno que pinta una danza tribal en la barriada, con letra de un poema del cubano de Nicolás Guillén. Lavoe continúa introduciendo boleros que muestran la profundidad y emocionalidad de su voz, se trata de los temas: «Porque te conocí» y «Comedia».
El repertorio escogido, los arreglos y hasta la carátula del álbum marcan el regreso del cantante a los niveles artísticos de sus tres primeros trabajos como solista. Los temas: «Soy vagabundo», «No hay quien te aguante» y «Amor soñado», parecieron haber estado hechos a la medida del artista. La Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE) de Nueva York entrega a Lavoe un reconocimiento a la excelencia por este disco.18
En esta época, las presentaciones en vivo de Lavoe no obtuvieron los resultados esperados no solo por sus problemas de drogas que le impedían cumplir con responsabilidad las fechas y horas previstas, sino porque los números bailables que por lo general eran canciones que sobrepasaban los seis minutos, tenían un carácter extenuante. Todo esto causó cierto desgaste y la sobreexposición del artista. Lavoe cayó en un cuadro de profunda depresión y desapareció de sus actuaciones en vivo por un período prolongado, siendo sometido a periodos de rehabilitación.



Ultimos Dias Y muerte:

A fines de los años ochenta los problemas de Héctor Lavoe comenzaron a agravarse cuando en 1987 su apartamento en Queens intento quitarse la vida, a saltar por la ventana de su cuarto, el cual estaba en un noveno piso. Esta caída le causó múltiples fractura y a su vez serios problemas de salud . Después le llegó la terrible noticia del asesinato de su suegra. Esto hizo que no volviera a cantar la canción «Soñando despierto», en donde Lavoe se burlaba sanamente de ella. Meses después, aun estando enyesado, se presentó en Bayamón en Puerto Rico, para el Día Nacional de la Salsa, donde gestionaron para que su padre lo viera, ya que nunca había tenido la oportunidad de ver a su hijo en un concierto. Lo lamentable de todo esto, es que en realidad Héctor si iba a recuperarse de tan terrible condision convaleciente, pero necesitaba mucho reposo, pero debido a que su situación economica no era la mejor por años malgastados en vicios, lo llevaron a cumplir con los contratos y presentarse para poder manterse, y fue ahí cuando llego el terrible problema, los empresarios inescrupulosos al igual que sus representantes, vieron en esta situación una posibilidad de reunir muchísimo más dinero ya que todos querían saber que pasaba con Hector después del accidente, si estaba vivo, si era el mismo, si todavía cantaba, etc. Por eso lo sometieron a realizar mas presentaciones de las que el podía soportar y para colmo de todo, comenzaron a reducirle la paga en dinero y a aumentarsela en cocaina y/o en heroina, esto provoco el aceleramiento del deterioro a causa del SIDA en su cuerpo, y obviamente a ir frenando poco a poco su recuperación, ya que se presume que Hector para esa época no solo padecia SIDA, sino también diabetes, lo cual le impedía que la herida de su pierna izquierda (que fue la más dañada) sanara con prontitud. Héctor Lavoe murió cinco años después, el 29 de junio de 1993, en el Memorial Hospital de Queens. Fue enterrado en el cementerio Saint Raymond del Bronx (Nueva York); y nueve años después sus restos fueron llevados a su ciudad natal, Ponce (Puerto Rico), tal como él mismo pidió. La gestión fue realizada por otro famoso cantante de salsa, Ismael Miranda.

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