infancia:
Héctor Juan
Pérez Martínez (uno de ocho hijos), nació en el seno de una familia humilde en Ponce (Puerto Rico). Era hijo de Francisca
Martínez (Panchita) y de Luis Pérez (Lucho). A los tres años de edad perdió a
su madre, lo cual sería el primero de muchos golpes en la vida del cantante. Su
padre, quien tocaba la guitarra con tríos y orquestas locales dio instrucción
musical a su hijo, y lo matriculó en la Escuela de música Héctor Juan Morel
Campos; tenía el sueño de ver a Héctor convertido en un gran saxofonista.
Aunque Lavoe aprendió los fundamentos de música, pronto perdió interés en el
instrumento. Sentía que lo suyo era cantar.
Cuando era
joven, Héctor pasó gran parte de su tiempo escuchando música jíbara y popular.
Sus cantantes favoritos eran Chuito El de
Bayamón, Odilio González y Daniel Santos, cuyas voces y estilos imitó. Otros cantantes que
influyeron enormemente en Héctor fueron: Cheo Feliciano, Ismael Rivera, y la clara voz de Ismael Quintana.
A la edad de
14 años, era el cantante en una banda en Puerto Rico. Le pagaban dieciocho
dólares por noche, lo que en 1960 era un buen sueldo para un joven.5
Héctor
soñaba con cantar en Nueva York y
hacer fama y fortuna. Su padre estaba totalmente en contra de la idea, porque
el hermano mayor de Héctor había emigrado hacia allá y murió en un accidente.
Contra los deseos de su padre, Héctor llegó a Nueva York el 3 de mayo de 1963 a
la edad de 17 años. Se mudó con su hermana mayor Priscilla. Su primera
impresión de la ciudad, la cual consideraba como un lugar espléndido en la
Tierra, fue decepcionante, al ver en la parte latina los edificios descuidados
y las calles llenas de basura.
Sus primeros
trabajos después de su llegada fueron como pintor, maletero, mensajero y
conserje. Su amigo de la infancia, Roberto García, que vivía en Nueva York, lo
invitó a asistir a un ensayo de un sexteto que se estaba formando. El vocalista
cantaba «Tus ojos» y no estaba haciendo un buen trabajo, así que Héctor le
sugirió que lo intentara de otra manera. Héctor cantó la melodía para que el
cantante pudiera hacer los ajustes necesarios y la banda lo asimiló
inmediatamente como su cantante principal.5
Más tarde se
conectó con Russell Cohen, director de la New Yorker Band con la cual en 1965
grabó su primer sencillo de 45 rpm: «Está de bala». Comenzó a tocar con
bandas como la de Francisco Bastar Kako y sus All Stars, a través del cual
conoció a su padrino artístico Johnny Pacheco, que inmediatamente reconoció su
talento artístico y, poco después se lo recomienda a Willie Colón para la
grabación de su primer disco El
malo (1967).
Cantante
orqst willie colon
Entre 1967 y 1973, Lavoe se
convirtió en el cantante de la Orquesta de Willie
Colón, con quien grabó un total de nueve disco
Willie Colón era un músico joven
que estaba tocando jazz latino y boogaloo. En 1967 tenía listo su primer álbum
para Fania Records y a Johnny
Pacheco no le gustó el cantante
de esa orquesta y propuso a Héctor Lavoe para que lo sustituyera. Para aquel
entonces Colón era considerado un joven músico de propuestas interesantes pero
con mal sonido. Pacheco ya estaba al tanto de la voz de Héctor, su enunciación
impecable y sus habilidades estilísticas.
En un principio Lavoe no estaba
interesado en grabar con Colón, ya que consideraba que esa agrupación tenía
muchas fallas y alimentaba la esperanza de ser llamado por alguna de las
orquestas más importantes del momento. Considerando que su pasantía por esa
orquesta sería corta, se negó a participar en las portadas de los dos primeros
álbumes.6
En el verano de 1967 salió al
mercado su primer trabajo discográfico llamado El malo y en 1968 se edita The Hustler el segundo álbum de Lavoe. Para aquel
entonces, Lavoe es el vínculo de la orquesta de Colón con lo caribeño y poseía
una voz melodiosa de tenor pero áspera y con timbre nasal. Lavoe no cantaba en
ingles por lo que Willie Colón decidió aprovechar el potencial que brindaba el
cantante para decantarse definitivamente hacia la música latina afroantillana.7
Al año siguiente (1968) se edita Guisando, el primer disco donde
Lavoe comparte créditos con Colón y aparece en la portada. Guisando es el
primer disco de salsa de la pareja donde los ritmos se acercan a la guaracha,
el son, la guajira y el guaguancó con fusiones atrevidas e ingeniosas
proponiendo un estilo agresivo e irreverente de hacer música. Destacan los
temas «Guisando», «No me den candela» y «Te están buscando», con letras que
abordan con humor historias de carteristas o ladrones que son perseguidos por
la policía y temas universales como la envidia, la maldad, el chisme y la
santería donde se siente los anhelos de felicidad de la diáspora boricua
discriminada en la ciudad de New
York.
solista:
A mediados de los años
setenta el sello Fania decidió dar apoyo a sus cantantes de mayor éxito
dotándolos de orquestas propias. Para el lanzamiento de Héctor Lavoe se preparó
una banda donde a la línea de trombones se agregaron dos trompetas. La sección
rítmica era idéntica a la empleada con Willie Colón y en el piano estuvo Mark
Dimond, un viejo conocido que los había acompañado en sus primeros álbumes. Los
arreglos estuvieron a cargo de José Febles y el propio Colón quien continuaba
en los coros junto a Rubén Blades. Con esta agrupación Lavoe inició su carrera
como solista, donde lanzando el álbum titulado La Voz (1975), en cuya portada aparece una
foto del cantante que es clásica.
En este álbum también
tuvieron gran repercusión los temas: «Bandolera», una equilibrada mezcla entre
la experiencia vocal de Lavoe y un arreglo orquestal con solo de piano que
personifica la vieja escuela de la salsa, y «Sóngoro cosongo», un son montuno
que pinta una danza tribal en la barriada, con letra de un poema del cubano de
Nicolás Guillén. Lavoe continúa introduciendo boleros que muestran la
profundidad y emocionalidad de su voz, se trata de los temas: «Porque te
conocí» y «Comedia».
El repertorio escogido, los
arreglos y hasta la carátula del álbum marcan el regreso del cantante a los
niveles artísticos de sus tres primeros trabajos como solista. Los temas: «Soy
vagabundo», «No hay quien te aguante» y «Amor soñado», parecieron haber estado
hechos a la medida del artista. La Asociación de Cronistas del Espectáculo
(ACE) de Nueva York entrega a Lavoe un reconocimiento a la excelencia por este
disco.18
En esta época, las presentaciones en vivo de Lavoe no obtuvieron los
resultados esperados no solo por sus problemas de drogas que le impedían
cumplir con responsabilidad las fechas y horas previstas, sino porque los
números bailables que por lo general eran canciones que sobrepasaban los seis
minutos, tenían un carácter extenuante. Todo esto causó cierto desgaste y la
sobreexposición del artista. Lavoe cayó en un cuadro de profunda depresión y
desapareció de sus actuaciones en vivo por un período prolongado, siendo
sometido a periodos de rehabilitación.
Ultimos Dias Y muerte:
A fines
de los años ochenta los problemas de Héctor Lavoe comenzaron a agravarse cuando
en 1987 su apartamento en Queens intento quitarse la vida, a saltar por la ventana de su cuarto, el cual
estaba en un noveno piso. Esta caída le causó múltiples fractura y a su vez
serios problemas de salud . Después le llegó la terrible noticia del asesinato
de su suegra. Esto hizo que no volviera a cantar la canción «Soñando
despierto», en donde Lavoe se burlaba sanamente de ella. Meses después, aun
estando enyesado, se presentó en Bayamón en Puerto Rico, para el Día Nacional de la Salsa, donde gestionaron
para que su padre lo viera, ya que nunca había tenido la oportunidad de ver a
su hijo en un concierto. Lo
lamentable de todo esto, es que en realidad Héctor si iba a recuperarse de tan
terrible condision convaleciente, pero necesitaba mucho reposo, pero debido a
que su situación economica no era la mejor por años malgastados en vicios, lo
llevaron a cumplir con los contratos y presentarse para poder manterse, y fue
ahí cuando llego el terrible problema, los empresarios inescrupulosos al igual
que sus representantes, vieron en esta situación una posibilidad de reunir
muchísimo más dinero ya que todos querían saber que pasaba con Hector después
del accidente, si estaba vivo, si era el mismo, si todavía cantaba, etc. Por
eso lo sometieron a realizar mas presentaciones de las que el podía soportar y
para colmo de todo, comenzaron a reducirle la paga en dinero y a aumentarsela
en cocaina y/o en heroina, esto provoco el aceleramiento del deterioro a causa
del SIDA en su cuerpo, y obviamente a ir frenando poco a poco su recuperación,
ya que se presume que Hector para esa época no solo padecia SIDA, sino también
diabetes, lo cual le impedía que la herida de su pierna izquierda (que fue la
más dañada) sanara con prontitud. Héctor Lavoe murió cinco años después, el 29 de junio de 1993, en el Memorial Hospital de
Queens. Fue enterrado en el cementerio Saint Raymond del Bronx (Nueva York); y nueve años después sus
restos fueron llevados a su ciudad natal, Ponce (Puerto Rico), tal como él mismo pidió.
La gestión fue realizada por otro famoso cantante de salsa, Ismael Miranda.